Cambio Climático y Gestión de Áreas Naturales Protegidas

Breve descripción del proyecto

Nombre: Cambio Climático y Gestión de Áreas Naturales Protegidas
Comitente: Ministerio Federal de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza, Obras Públicas y Seguridad Nuclear (BMUB) de Alemania
País: México
Contraparte: Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP)
Duración: 2011 a 2015

México © GIZ

Situación actual

El cambio climático amenaza crecientemente a las áreas naturales protegidas de México. Tanto los ecosistemas, como la población rural se ven igualmente afectados. En 2010, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) elaboró una estrategia para contrarrestar esta evolución. Las áreas naturales protegidas deben contribuir a una mejor adaptación de los ecosistemas y la población a los desafíos del cambio climático. Al mismo tiempo, la estrategia favorece la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero y la buena conservación de bosques y humedales, los cuales – a su vez – mejoran la capacidad de almacenamiento de carbono de las áreas protegidas.

La región montañosa de la Sierra Madre Oriental, uno de los llamados “puntos calientes de la biodiversidad”, ha sido seleccionada por ahora, como área protegida prioritaria. La región abarca seis Estados mexicanos con cuatro áreas protegidas federales, a las que se ha planificado adicionar otras de tipo estatal y privado.

Objetivo

Se ha conservado la biodiversidad en la región central de la Sierra Madre Oriental. Ha aumentado la capacidad de mitigación y adaptación, tanto de los ecosistemas como de la población en las áreas naturales protegidas.

Enfoque

La GIZ apoya a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) con miras al perfeccionamiento de sus planes de gestión, a fin de incrementar la función de dichas áreas como sumideros de carbono y su capacidad de adaptación al cambio climático.

En lo posible, está previsto integrar a numerosos representantes de la sociedad civil, el Gobierno y las empresas como participantes en las medidas. Éstas incluyen: el manejo de incendios, la estructuración de un sistema de seguimiento para el clima y la biodiversidad, la implementación de medidas de adaptación y mitigación, así como el respaldo a medidas de capacitación. Las estrategias y experiencias se transferirán a otras regiones del país.

Una de las principales actividades del proyecto consiste en un análisis escalonado de vulnerabilidad respecto del peligro que implica el cambio climático para la Sierra Madre Oriental. El análisis pone de manifiesto las relaciones entre las bases de subsistencia de la población y los servicios ecosistémicos, por ejemplo, el acceso a agua limpia, alimentos o materias primas. De este modo es posible formular pronósticos sobre las repercusiones socioeconómicas y ecológicas del cambio climático, y desarrollar aportes para la conservación de los servicios ecosistémicos y la mejora de las condiciones de vida de los habitantes.

Impactos

Se han perfeccionado los planes de gestión de las áreas naturales protegidas en la región del proyecto. A partir de ello, se han reformado las directrices de la organización contraparte para la formulación de planes de gestión. Actualmente, los aspectos relacionados con el cambio climático, forman parte de los criterios estándar que se toman en cuenta para los planes de gestión de áreas protegidas, ya sean nuevos o actualizados.

En marzo de 2013, se aprobó la versión final del programa para la adaptación de la región del proyecto en la Sierra Madre Oriental al cambio climático. La estrategia de la organización contraparte se enfoca en una región de alrededor de 2,1 millones de hectáreas, que se extiende a lo largo de cinco Estados mexicanos y cuatro grandes cuencas hidrográficas con desembocadura en el Golfo de México.

A fin de concebir medidas de mitigación y adaptación, se desarrolló una metodología para el análisis de la vulnerabilidad local. El enfoque considera sobre todo los modos de vida y las actividades económicas de la población local, así como sus relaciones con los procesos ecológicos dentro y fuera de las áreas protegidas.

Se implementaron diversas medidas piloto:

  • Restauración de los ecosistemas forestales en el área protegida Cuenca del Río Necaxa: los sistemas agroforestales –en combinación con la reintroducción de especies arbóreas nativas en parcelas seleccionadas– sirven de modelo a otras comunidades.
  • Fortalecimiento de actividades sostenibles de los grupos de productores en la reserva de biósfera Sierra del Abra Tanchipa.
  • Identificación de medidas de mitigación y adaptación al cambio climático en las comunidades de La Plazuela y Agua Fría, localizadas en la parte semiárida de la reserva de biósfera Sierra Gorda.

En la región del proyecto se instalaron estaciones meteorológicas automáticas (EMA), encomendando su administración y mantenimiento al Servicio Meteorológico Nacional. Desde 2013, las administraciones de las áreas protegidas cuentan con datos meteorológicos. Las EMA refuerzan el componente climático en la Sierra Madre Oriental y respaldan la iniciativa de la CONANP para el monitoreo del clima en las áreas protegidas. Hasta fines de 2013, la CONANP había instalado otras 53 EMA en todo el país con fondos propios.

También en 2013, se instalaron trece estaciones meteorológicas móviles en las cinco áreas naturales protegidas de la Sierra Madre Oriental, a fin de captar datos de los distintos microclimas. Se capacitó a las administraciones de las áreas protegidas, a científicos y a representantes de la población local para su manejo y mantenimiento.

Se dio apoyo a los cuerpos locales de bomberos en las áreas naturales protegidas de la Sierra Madre Oriental. Dicho apoyo consistió en la adquisición de herramientas para combatir incendios, equipos de protección personal, cuatrimotos y equipos de radio, tanto estacionarios, como móviles. Las brigadas recibieron formación y capacitación individual, de acuerdo con las certificaciones oficiales del Gobierno Federal mexicano en materia de prevención y combate de incendios. La medida favoreció a doce brigadas compuestas respectivamente por 120 personas en cuatro de las siete áreas protegidas. Los bomberos viven en las zonas forestales de la región montañosa y también implementan medidas preventivas tales como el establecimiento de cortafuegos.

A nivel internacional, México se ha posicionado como país precursor en el tema de áreas protegidas y cambio climático. Las experiencias del proyecto fueron integradas a la nueva Estrategia de Cambio Climático desde las Áreas Naturales Protegidas 2014 – 2020 de la CONANP.

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