Aprovechamiento energético de residuos urbanos

Breve descripción del proyecto

Nombre: Aprovechamiento energético de residuos urbanos
Comitente: Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) de Alemania
Socios: Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) de México; Secretaría de Energía (SENER) de México
País: México
Duración: 2014 a 2018

México. Residuos orgánicos municipales. © GIZ

Situación actual

La demanda energética de México aumenta cada año alrededor de un 4 por ciento y se cubre principalmente por medio del petróleo, carbón y gas natural. Este país emergente es el noveno emisor más importante de gases de efecto invernadero (GEI) en el mundo, dado que aporta el 1,7 por ciento del total de emisiones de GEI a nivel mundial. Actualmente, más del 75 por ciento de los mexicanos residen en ciudades. La mayoría de estos 95 millones de habitantes tienen patrones de consumo poco sustentables: cada año generan alrededor de 42 millones de toneladas de residuos. Los residuos urbanos se almacenan principalmente en rellenos sanitarios y su aprovechamiento energético ocurre únicamente en casos aislados.

Objetivo

El aprovechamiento energético ha sido introducido como opción de reutilización de residuos urbanos en México.

Enfoque

Por encargo del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) de Alemania y en cooperación con las instituciones contraparte, la GIZ introduce el aprovechamiento energético como una opción sustentable para la recuperación de energía a partir de residuos urbanos en México. El proyecto brinda asesoría a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), a la Secretaría de Energía (SENER) y a otras instancias de decisión nacionales para mejorar las condiciones marco políticas con este fin. Junto con las contrapartes, se está estableciendo una plataforma de cooperación para que las instituciones puedan coordinar su trabajo. A su vez, la sociedad civil y el sector privado también deberán involucrarse en estos esfuerzos.

El proyecto evalúa si es posible incluir este innovador enfoque en programas de fomento y fuentes de financiamiento vigentes. Junto con las contrapartes, desarrolla conceptos para potenciales incentivos económicos que promuevan el uso de tecnologías a nivel comunitario, y diseña de manera coordinada las estrategias para el desarrollo de mercados. Se involucra en esta iniciativa a instituciones nacionales como el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (BANOBRAS), la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE), a fin de allanar el camino para proyectos demostrativos.

La exitosa implementación de proyectos para el aprovechamiento energético de residuos urbanos depende fundamentalmente de la participación de instancias de decisión informadas y calificadas del ámbito político, de los servicios públicos, de las ciencias y del sector privado. Por lo tanto, el programa se enfoca en fortalecer la oferta de formación y capacitación, brindar asesoría experta y análisis, y fomentar el intercambio de conocimientos. Ofrece asesoría técnica y consultoría de gestión para plantas modelo, en las que se ensayan las tecnologías apropiadas. En la medida de lo posible, durante la fase de implementación se busca colaborar con el sector privado.

Los resultados de los proyectos piloto exitosos se divulgan para crear conciencia entre importantes instancias de decisión. Los ejemplos de mejores prácticas sirven de referencia para poner en operación plantas en todo el país. Algunas de las tecnologías predilectas son las plantas de biogás, el uso de residuos urbanos para sustituir los combustibles fósiles en la producción de cemento, así como la incineración de residuos para generar energía y el uso de biometano como combustible.

México. Planta de incineración para residuos urbanos. © GIZ

Impactos

El tema del aprovechamiento energético de los residuos urbanos pasó a ocupar un lugar prioritario en la agenda política mexicana. Partiendo de un taller de planificación (2014) para todas las partes interesadas, la GIZ creó una plataforma de intercambio y cooperación entre todas las instituciones participantes. Además, se decidió ligar el proyecto al comité interministerial para el desarrollo de bioenergía. Este comité está compuesto por las instancias directivas de las Secretarías de Hacienda, Medio Ambiente, Energía, Economía y Agricultura.

En 2014, el Gobierno mexicano definió los residuos urbanos como “fuente de energía limpia” en la nueva ley para el sector energético. Como resultado de ello, las condiciones marco en el ámbito jurídico han evolucionado positivamente para una ampliación del enfoque del programa.

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