Adaptación al cambio climático y reducción de riesgos de desastres en cuencas priorizadas

Descripción breve del proyecto

Denominación: Adaptación al cambio climático y reducción de riesgos de desastres en cuencas priorizadas em Ica y Huancavelica, Perú
Comitente: Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) de Alemania
País: Perú
Entidad responsable a nivel político: Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (CENEPRED)
Duración total: 2011 a 2016

Perú. En determinadas altitudes, la variedad de gramínea denominada kikuyo viene desplazando otras variedades de gramíneas de mejor calidad como consecuencia del cambio climático. © GIZ

Situación de partida

El cambio climático trae consigo un incremento de los fenómenos meteorológicos extremos en el Perú. La producción agrícola disminuye debido a fuertes fluctuaciones en las temperaturas y cambios en el ciclo del agua. El riesgo de inundaciones, avalanchas de lodo y olas de frío aumenta, y año tras año estos desastres causan heridos y víctimas mortales, o desencadenan epidemias de gripe y neumonía.

En las cuencas hidrográficas de los ríos Ica y Pisco, los más afectados por los cambios en el clima son los agricultores y ganaderos de las zonas altoandinas. El rendimiento disminuye y al mismo tiempo caen los precios de mercado para los productos tradicionales como la papa y la lana de alpaca. Los pobladores migran hacia las zonas costeras de Ica, donde a menudo encuentran trabajo en la agricultura de exportación. Esta última tiene necesidad de grandes cantidades de agua del subsuelo para convertir el desierto costero en tierras cultivables. El nivel de la napa freática desciende, lo cual ya ha generado los primeros conflictos –incluso violentos– entre los grupos de usuarios del agua en las regiones vecinas de Huancavelica e Ica. Los migrantes y otros grupos con frecuencia se asientan de forma ilegal en zonas con alto riesgo de inundaciones y avalanchas de lodo.

La gestión de desastres por parte del Estado en ambas regiones es exclusivamente reactiva, lo cual se debe en parte a que los gobiernos locales y regionales carecen de capacidades de planificación y conocimientos sobre las opciones de gestión del riesgo de desastres.

Objetivo

Se han tomado medidas de prevención para proteger las bases vulnerables de subsistencia y producción de familias en localidades seleccionadas de ambas cuencas hidrográficas contra desastres naturales y el cambio climático, y se ha preparado a las familias para aplicar estas medidas.

Procedimiento

La población afectada, las asociaciones, las organizaciones no gubernamentales locales y los responsables comunales participan en eventos y capacitaciones sobre las consecuencias del cambio climático. Aprenden a aplicar técnicas agrícolas adaptadas al cambio climático y a reducir los riesgos. Unas veinte comunidades han modificado sus métodos de cultivo y sus prácticas ganaderas para que las fluctuaciones en las temperaturas y precipitaciones ya no puedan causar perjuicios tan graves. Esto conduce a un paulatino aumento de la producción. Adicionalmente, la situación de las viviendas se adapta a la mayor intensidad de las olas de frío: se mejora el aislamiento térmico de las viviendas y se toman medidas para generar calor.

El proyecto congrega a los usuarios de las cuencas superiores e inferiores de los ríos Ica y Pisco en torno a una misma mesa, a fin de que negocien acuerdos sobre el uso sostenible del agua y la gestión integral de las cuencas hidrográficas, y resuelvan los conflictos existentes.

Junto con los responsables de los gobiernos regionales, provinciales y distritales, el proyecto elabora planes de reducción de riesgos de desastres y adaptación al cambio climático.

Resultados

Gracias a la construcción de 200 cobertizos simples para unas 21.000 alpacas, un 25 por ciento menos de animales murió durante las olas de frío. Por otro lado, 66 microrrepresas recolectan en total 23.000 metros cúbicos de agua de lluvia por día que son absorbidos por los suelos, con lo cual ha aumentado la disponibilidad de agua en muchas de las fuentes naturales de este elemento. Además, se han reparado 32 pequeños reservorios de agua, que permiten a 160 familias campesinas irrigar 80 hectáreas de superficies agrícolas.

La cooperación con el Ministerio de Agricultura y Riego y los gobiernos locales ha llevado al financiamiento de ocho proyectos de infraestructura por un valor total de 8,6 millones de euros a través de un fondo nacional de irrigación. La superficie irrigada de 380 hectáreas beneficia a unas 3.500 personas. Gracias a la modernización de los sistemas de riego, el consumo de agua ha disminuido a la mitad en 180 hectáreas de tierras. Junto con los campesinos, el proyecto ha logrado aumentar la calidad nutritiva de los pastos en 55 hectáreas de pastizales. De esta forma, 1.100 cabezas de ganado se alimentan mejor, gracias a lo cual las familias logran producir más carne, leche, queso y yogurt.

En 270 invernaderos nuevos o refaccionados, se cultivan frutas y verduras para unas 1.200 personas. Las contrapartes del proyecto han mejorado el aislamiento de 100 viviendas situadas a 3.500 metros de altitud. En éstas viven 450 personas, que actualmente están mejor protegidas contra el frío y las enfermedades correspondientes. Los actores de la cuenca hidrográfica del río Ica han tomado parte en eventos de capacitación de cinco meses de duración, para reducir las situaciones de conflicto y mejorar el ordenamiento territorial, permitiendo así un mejor uso de los recursos naturales. Aproximadamente la mitad de los participantes ha conformado luego un grupo de expertos dedicado a la solución de conflictos. En cooperación con la Autoridad Nacional del Agua, 70 grupos de usuarios se han formalizado, lo cual les da acceso a fuentes de financiamiento y niveles de decisión.

La ciudad de Ica ha instalado un sistema de alerta temprana en cuatro distritos, con lo cual unas 17.500 personas se hallan mejor protegidas contra las inundaciones.

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