Situación de partida
Las repercusiones del cambio climático se perciben cada vez con mayor fuerza en las regiones costeras de Colombia y Ecuador. Ambos países son especialmente vulnerables ante fenómenos climáticos extremos. Colombia prevé un aumento de la temperatura promedio hasta fines de siglo de más de 2 grados centígrados. Como consecuencia, se elevará el nivel del mar, las franjas costeras desaparecerán y aumentarán las precipitaciones. Esto traerá graves consecuencias negativas para las personas, la infraestructura y la economía que sacan provecho de los ecosistemas costeros y de sus servicios. Los manglares, por ejemplo, constituyen barreras naturales contra las inundaciones y las tormentas. Si quedan destruidos, el ser humano se verá más expuesto a las fuerzas del agua y del viento.
La adaptación al cambio climático basada en ecosistemas o AbE (en inglés: Ecosystem-based Adaptation – EbA) promete ser exitosa como alternativa o complemento a las tradicionales medidas “grises” de tipo técnico. Las metas se centran en la protección y el uso sostenible de los ecosistemas, tales como bosques tropicales y manglares, con el fin de fortalecer la resiliencia del ser humano y la naturaleza, y mitigar las consecuencias del cambio climático. En Colombia y Ecuador, las instituciones y organizaciones exhiben un gran potencial para implementar con eficacia las estrategias y medidas de AbE.
Objetivo
Las comunidades en las regiones costeras de Colombia y Ecuador son menos vulnerables ante las consecuencias del cambio climático. Las autoridades nacionales y locales institucionalizan de forma duradera el enfoque de AbE en sus políticas e instrumentos de planificación.
Procedimiento
El proyecto apoya a autoridades nacionales y locales en Colombia y Ecuador para integrar el enfoque de AbE –es decir, la adaptación al cambio climático basada en ecosistemas– en las políticas, planificaciones y estrategias. Asimismo, el equipo del proyecto coopera con las contrapartes del mismo para planificar e implementar medidas de AbE. Para ello, se investigan primero los riesgos climáticos y las vulnerabilidades en los lugares respectivos. El proyecto desarrolla las competencias de los representantes de autoridades nacionales y locales, municipios y otros actores a través de medidas de capacitación individuales e institucionales, que transmiten a los participantes los conocimientos necesarios para comprender las repercusiones del cambio climático en la vida cotidiana e incrementar su resiliencia. Además de las contrapartes directas de las regiones del proyecto Cartagena de Indias en Colombia y Santa Ana y Jipijapa en la provincia ecuatoriana de Manabí, el equipo trabaja también con autoridades, empresas del sector privado y municipios fuera de estas regiones, e integra la AbE en sus planificaciones. Los progresos alcanzados, los resultados y los modelos exitosos del proyecto se sistematizan y difunden a nivel nacional e internacional.
Aparte de ello, se formularán estrategias para captar fondos adicionales destinados a medidas de AbE que serían puestas en marcha después de finalizado el proyecto. En Ecuador, las actividades en los campos de acción previstos serán implementadas por la organización no gubernamental internacional Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y de los Recursos Naturales (UICN).