Mejorar la seguridad del agua en Bolivia

Situación de partida

Bolivia es uno de los países del mundo más afectados por las repercusiones del cambio climático. Este hecho afecta al ciclo hidrológico, lo que se manifiesta en una creciente escasez de agua, así como en inundaciones, sequías prolongadas y otros fenómenos meteorológicos extremos. Debido al aumento de las crisis y los conflictos por el agua, el Gobierno boliviano está muy interesado en recibir apoyo en sus esfuerzos para manejar los recursos hídricos de manera eficiente y sensible al cambio climático.

Objetivo

Los actores relevantes a nivel nacional, regional y municipal pueden usar los recursos hídricos de manera más responsable.

Procedimiento

El proyecto protege los recursos hídricos de la contaminación y la sobreexplotación mediante un manejo del agua sensible al cambio climático.

Para ello, el proyecto reúne a diversos actores. Entre otros, apoya al Ministerio de Medio Ambiente y Agua y al Viceministerio de Recursos Hídricos y Riego para implementar un plan nacional dedicado a las cuencas hidrográficas. En las cuencas hidrográficas de los ríos Azero y Guadalquivir, de importancia estratégica, asesora sobre cómo desarrollar conjuntamente planes de manejo del agua y reducir los riesgos hídricos.

Además, el proyecto fortalece las capacidades técnicas, organizativas y de planificación del Gobierno, de los Gobiernos regionales de Chuquisaca y Tarija, de las unidades administrativas, de los municipios y de la sociedad civil.

Fomenta la creación y el desarrollo de sistemas digitales de datos, información y análisis que permiten comprender mejor el cambio climático, las condiciones meteorológicas y los recursos hídricos superficiales y subterráneos, incluyendo su cantidad y calidad. De esta forma, el suministro y la demanda de agua se pueden planificar y administrar mejor.

Resultados

Se están desarrollando planes de gestión de los recursos hídricos para las cuencas hidrográficas de los ríos Azero y Guadalquivir. Los planes mejoran la seguridad del agua, reducen los riesgos hídricos y fortalecen la capacidad de resistencia de la población frente a las consecuencias del cambio climático.