Situación de partida
En México, la población rural vive principalmente de la agricultura. La gran variedad de verduras, cereales, frutas y razas de animales de producción proporciona unas condiciones favorables para producir alimentos saludables de forma respetuosa con el medio ambiente.
Sin embargo, muchas explotaciones son pequeñas y generan poco dinero. Suelen utilizar abonos minerales y productos fitosanitarios de manera a menudo ineficiente e inadecuada, lo que repercute negativamente en su producción y en el entorno. La práctica de la tala y quema para ampliar la superficie de cultivo es perjudicial para la naturaleza y la biodiversidad.
Los fenómenos meteorológicos extremos provocados por el cambio climático dificultan aún más la vida y el trabajo de las personas.
Objetivo
Los sistemas agroalimentarios mexicanos son ecológicamente más sostenibles, socialmente más justos y están mejor adaptados al cambio climático.