Escuelas bajas en emisiones

Breve descripción del proyecto

Nombre: Escuelas bajas en emisiones
Comitente: Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) de Alemania
País: México
Contrapartes: Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT); Secretaría de Educación Pública (SEP)
Duración: 2013 a 2014

México. Plantación en las escuelas © GIZ

Situación actual

Con un 1,6 por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, México es el décimo país emisor más importante del planeta. Por tal motivo, el Gobierno mexicano se ha fijado ambiciosos objetivos para la reducción del dióxido de carbono: hasta el año 2050, se aspira a ahorrar el 50 por ciento de las emisiones en comparación con el año 2000.

Los temas como la protección del clima y la eficiencia en el uso de los recursos todavía tienen poca presencia en la sociedad mexicana. El grado de conciencia respecto de las repercusiones de las acciones individuales sobre el medio ambiente recién se desarrolla lentamente. Por lo tanto, para cambiar las costumbres, los niños y jóvenes pueden desempeñar un papel clave, dado que sus patrones de comportamiento son mucho menos rígidos que los de los adultos.

El programa “Escuelas bajas en emisiones” enseña a las alumnas y los alumnos entre 10 y 16 años cómo pueden ahorrar gases de efecto invernadero y utilizar los recursos de manera más eficiente en sus escuelas. Así, estas últimas reducen considerablemente sus emisiones y además ahorran costos. Aparte de ello, los niños y jóvenes tienen oportunidad de aplicar sus conocimientos como actores ambientales: transmiten a sus familias, amigos y comunidades el mensaje de que es posible llegar a un cambio positivo. De esta forma, el sector de educación promueve la generación de una cultura de protección del clima.

Objetivo

Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y fomentar una cultura de cambio en la vida cotidiana de las escuelas mexicanas con respecto al clima.

Enfoque

La GIZ apoya a las escuelas para realizar un diagnóstico integral de su potencial de protección del medio ambiente en los ámbitos de electricidad, agua, residuos sólidos, transporte, áreas verdes y consumo sostenible. Se calcula en cuánto podrían reducirse las emisiones de dióxido de carbono. Los alumnos y maestros organizan para ello los llamados “equipos verdes” y desarrollan juntos las medidas climáticas que se implementarán en su institución. También se involucra a los padres. La aplicación de acciones seleccionadas pasa a formar parte integral de la vida escolar cotidiana. El programa también incluye el seguimiento de los resultados: los alumnos evalúan su ahorro en emisiones de gases de efecto invernadero y lo publican en su página web. Además, a través de redes sociales como Facebook, Twitter e Instagram se informa sobre estas actividades al público en general, con miras a sensibilizarlo respecto del tema de la protección del clima.

La GIZ trabaja con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) de México. Apoya a la SEMARNAT en el desarrollo este enfoque como una Acción Nacional Apropiada de Mitigación (NAMA por sus siglas en inglés), que ha pasado a formar parte del registro de NAMA de México. Las escuelas bajas en emisiones representan además, una medida del Programa Especial de Cambio Climático de este país emergente y contribuyen al logro de sus objetivos de protección del clima.
El programa es financiado conjuntamente por el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) de Alemania y por el Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido. El Ministerio Federal de Relaciones Exteriores de Alemania apoya la preparación.

Impactos

El programa cuenta con la participación de 36 escuelas públicas y privadas de cinco Estados mexicanos. Hasta la fecha, más de 4.400 estudiantes y unos mil adultos han asistido a talleres de sensibilización sobre temas climáticos.

México. Escuela Secundaria Técnica 67 © GIZ

Los equipos verdes han reforestado los terrenos de las escuelas con plantones de árboles, han instalado sistemas de captación de agua pluvial, han reemplazado los antiguos servicios higiénicos por otros que ahorran agua y han introducido la separación de residuos y el reciclaje. Una escuela ha logrado bajar a la mitad su consumo de energía eléctrica mediante la reducción de sus circuitos eléctricos y el uso de focos ahorradores, con lo cual pudo disminuir considerablemente sus costos y emisiones. Las alumnas y los alumnos están orgullosos de sus logros, hablan sobre ellos y motivan a otros con su entusiasmo. Con ello brindan un importante aporte al necesario cambio del grado de conciencia en la sociedad mexicana.

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