Situación de partida
México cuenta con un sólido marco jurídico que permite garantizar un abastecimiento energético a precios competitivos, ampliar las fuentes de energías renovables hasta 2030, reducir la intensidad energética y cumplir los compromisos internacionales de lucha contra el cambio climático.
El Gobierno mexicano se ha comprometido con la protección del clima y crea instrumentos políticos como la Ley de Transición Energética. Esta Ley constituye un instrumento principal de la política nacional para planificar el uso de energía no contaminante, utilizar la energía de forma sostenible, mejorar la productividad energética y reducir las emisiones.
Objetivo
Gracias a la mejora de las condiciones marco, México puede fomentar las energías renovables y la eficiencia energética y cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.