Situación de partida
Gracias a su gran biodiversidad, México figura entre los denominados países megadiversos. El país cuenta con numerosas áreas protegidas de las que son responsables diferentes autoridades, entre ellas la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP). También intervienen otros actores, y la coordinación de la conservación de especies varía de una región a otra.
La degradación progresiva de la vegetación natural y de los suelos, así como los incendios forestales, incrementan las pérdidas de agua y dificultan la regeneración de la vegetación. La población local está expuesta tanto a sequías como a inundaciones repentinas. Las áreas protegidas sirven de reservorios de agua en varios Estados.
Las instituciones regionales y nacionales reconocen las medidas de un enfoque de adaptación basada en ecosistemas (AbE) como una solución económica que mejora los medios de subsistencia de las personas, además de la biodiversidad. Está previsto que se utilicen fuentes de financiamiento alternativas para implementar las medidas de adaptación.