Situación de partida
Centroamérica es una de las regiones del mundo con mayor riesgo de terremotos, erupciones volcánicas y peligros (hidro)meteorológicos, como las lluvias torrenciales y los huracanes, que se han agravado por el cambio climático. Cada año se producen alrededor de cinco desastres naturales regionales. Estos afectan de manera especial a las ciudades. Los asentamientos informales, en los que vive casi el 30 % de las personas, sufren importantes daños, pérdidas o lesiones, sobre todo debido a inundaciones y deslizamientos de tierra. Esto complica la situación ya precaria de las poblaciones locales, en particular la de las mujeres, que han de luchar contra elevados índices de violencia y una falta de perspectivas sociales y económicas.
Sin embargo, en la mayoría de los países, la atención se ha centrado hasta ahora más en mejorar la reacción a desastres que en la prevención y la planificación prospectiva. A nivel regional y nacional, se carece de una interconexión eficiente de los diferentes actores, y las ciudades no cuentan con las capacidades necesarias para elaborar soluciones prospectivas para problemas locales.