Situación de partida
El proceso de paz colombiano se considera un ejemplo emblemático de cómo los conflictos violentos prolongados pueden resolverse mediante el diálogo y las negociaciones.
En el acuerdo de paz que se firmó con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se solicita la participación de Alemania para llevar a cabo un análisis crítico del pasado violento y reconocer los derechos de las víctimas. Por consiguiente, se presta apoyo a las contrapartes in situ sobre todo en el diseño de espacios de diálogos y en la colaboración entre las instituciones estatales y la sociedad civil.
El proceso de paz en Colombia afronta grandes retos: La compleja implementación del acuerdo se lleva adelante de forma continua pero lenta, en especial debido a la falta de un consenso político sólido. Las nuevas instituciones que se han creado para dicho fin luchan por obtener reconocimiento y recursos suficientes. Nuevos y viejos grupos armados intentan controlar economías ilegales lucrativas (como la producción de coca o la extracción de oro). Como consecuencia, aumenta la violencia contra activistas de paz y defensores y defensoras de los derechos humanos.
Para implementar con éxito el acuerdo, La paz debe fundamentarse en una buena gobernanza. Colombia cuenta con un buen marco jurídico e instituciones adecuadas en materia de transparencia y rendición de cuentas. Sin embargo, sigue habiendo corrupción, redes autoritarias e informales, así como miedo a participar políticamente y a las denuncias.
El país dispone de mecanismos y espacios jurídicos que permiten la participación ciudadana, por ejemplo las Juntas de Acción Comunal (JAC). Pese a ello, las mujeres y las personas jóvenes suelen participar aún muy poco. Asimismo, el Gobierno intenta impulsar soluciones digitales mediante leyes e iniciativas. En las áreas rurales, estos intentos fracasan sobre todo debido a la falta de formación e infraestructuras que permitan la digitalización e innovación.
Objetivo
Las partes involucradas locales estatales y no estatales trabajan conjuntamente de una manera transparente en la construcción de la paz en sus regiones.